En primer lugar, la Biblia no menciona las citas a ninguna edad. Esto se debe a que en esa cultura y región, ese tipo de compromiso no existía.

Sin embargo, los matrimonios eran concertados por los padres de los novios. Había una ceremonia de compromiso y luego una ceremonia nupcial.

Se especula que José y María eran considerados adolescentes al momento de su compromiso. Sin embargo, las sociedades han cambiado mucho, y ahora es muy común que los adolescentes tengan varios novios antes de considerar el matrimonio.

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Para el cristianismo, esta práctica es errónea, incluso se considera pecado. Esto se debe a que los adolescentes entablan relaciones fugaces y casuales sin intención de matrimonio. Cuando, de hecho, el período previo al matrimonio debería ser equivalente a un compromiso.

Por eso es tan difícil entender si salir con alguien en la adolescencia es un pecado. Sobre todo porque hoy en día las personas tienen una mayor esperanza de vida y acaban posponiendo la decisión de casarse hasta un promedio de 30 años.

Todo esto puede llevar a comportamientos inapropiados entre los adolescentes y a la falta de material bíblico que los oriente adecuadamente sobre las citas. Sin embargo, hay un pasaje en la Biblia, Cantares 8:4, que desaconseja despertar el amor antes de tiempo.

Esto quiere decir que meterse en búsquedas de aventuras, entrar en relaciones superficiales y relaciones carnales sin intención de matrimonio se considera inapropiado, por no decir pecaminoso, lo cual sería muy agresivo, considerando todo el avance de la humanidad.

Por lo tanto, existe una afirmación correcta en el cristianismo de que una relación sólo debe establecerse con el objetivo de casarse pronto.

¿Cuál es la edad adecuada para tener citas según la Biblia?

Según la Biblia, la edad adecuada para salir con alguien varía según la persona. Sin embargo, hay algunos consejos y respuestas que pueden guiarte en este tema, ayudándote a comprender si estás listo o no para tener citas. Consúltalos:

1.  Ama a tu prójimo como a ti mismo

Uno de los mayores mandamientos del Señor es amar al prójimo como a ti mismo. Por lo tanto, si te cuesta amarte a ti mismo, no estás listo para salir con alguien.

Con problemas de dependencia emocional, inseguridades emocionales, obsesión, celos exagerados, baja autoestima, baja confianza en uno mismo y otros problemas relacionados con tu salud mental y emocional, no hay posibilidad de amar a una pareja como te amas a ti mismo.

Eso es porque no has aprendido a amarte como es debido. Hay tiempo para madurar y sanar estas heridas.

2.  Amar a Dios sobre todas las cosas

Este consejo va en la dirección opuesta al tema anterior. Si eres de los que, al empezar una relación, dejan de lado los preceptos bíblicos y las actividades religiosas para disfrutar de su pareja, no estás listo para tener citas.

Esto se debe a que necesitas amar a Dios sobre todas las cosas. No puedes abandonarlo por una relación.

3.  Planes de boda

Al igual que el compromiso de José y María (todavía adolescentes) de comprometerse y luego casarse, comprenda si usted está listo para casarse dentro de unos pocos meses de haber iniciado una relación.

Si estás en un periodo de estudios, trabajo, logros personales, pasar mucho tiempo con tu familia y no quieres dejar todo de lado por ahora para casarte, entonces no estás listo para tener una cita.

4.  Huir de la inmoralidad

La Biblia es muy clara sobre las relaciones sexuales prematrimoniales: nunca deben ocurrir bajo ninguna circunstancia. Si buscas una relación solo para satisfacer tus deseos sexuales, no estás listo para tener citas.

5.  Saber amar al prójimo tal como es

Si aún eres muy egocéntrico, egoísta y orgulloso, hasta el punto de juzgar, chismear y criticar incluso a tus seres queridos, no has madurado lo suficiente para tener citas. Esto se debe a que las citas implican un amor absoluto por la otra persona, incluso con sus defectos.

Dios nos instruyó a no juzgar a los demás. No es posible ser feliz en una relación si siempre criticamos a nuestra pareja.

6.  Capacidad de entregarse

En una relación cristiana sana, algunos sacrificios personales son necesarios. Esto puede significar renunciar a algo que disfrutas. Si aún no eres maduro, no estás dispuesto o prefieres no entregarte a una pareja, no estás listo para salir con alguien.