¿Has oído hablar del término "gracia de Dios" pero no sabes qué significa? No hay nada más beneficioso para un cristiano practicante que aprender más sobre la Biblia y los preceptos cristianos y ponerlos en práctica.

Una gracia es algo que se te concede sin que lo merezcas. Esto significa que la gracia de Dios es una bendición que se te concede sin que necesariamente tengas derecho a recibirla.

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Cuando se menciona el término “Gracia de Dios”, algunas personas tienden a pensar que Dios ofrece Su Gracia sólo a través de la salvación, como una bendición inmerecida.

Sin embargo, la gracia de Dios también puede concederse en otras circunstancias de la vida, no solo en la salvación. Este es el caso, por ejemplo, del perdón de Dios a cambio del arrepentimiento por haber cometido un pecado.

La gracia de Dios vs. la justicia de Dios

La gracia de Dios puede considerarse una bendición inmerecida. Según este concepto, esto parece contradictorio con el concepto de la justicia divina.

Sin embargo, es necesario entender que Dios ama a sus hijos y precisamente por eso concede su Gracia, aunque los hijos no la merezcan. 

La mayoría de las personas no comprenden por qué hay tanto sufrimiento en el mundo, ni siquiera por qué atraviesan momentos tan difíciles. Como resultado, muchos dejan de creer en la justicia divina. Sin embargo, solo Dios lo sabe todo, y en muchos momentos, permite que el sufrimiento nos enseñe lecciones. Aunque no sea visible al ojo humano en ese momento, Dios siempre actúa con justicia.

Por lo tanto, el error radica en no comprender verdaderamente qué es la Gracia de Dios, la cual no se distribuye al azar. Dios siempre actúa a tu favor, incluso al aplicar la justicia divina. Él puede ser muy misericordioso y ofrecer la gracia divina en momentos difíciles, por ejemplo. 

En este sentido, los momentos de sufrimiento son una forma de lograr algo mejor en la vida. Esto podría ser, por ejemplo, aprender a ser más paciente después de haber estado enfermo. 

La justicia divina también impone castigos por los pecados cometidos. En la Biblia, no hay una sola persona que no haya pecado, con la excepción de Jesucristo. Por lo tanto, nadie es inmune al castigo de la justicia divina. 

Esto se debe a que uno de los castigos de Adán y Eva por comer el fruto prohibido fue que todos sus descendientes serían pecadores, con la posibilidad de encontrar la salvación a través de la práctica de los preceptos bíblicos.

Además, los momentos de sufrimiento son una forma que tiene Dios de ofrecerte la oportunidad de cosechar buenos frutos en el futuro, sin que te hagan daño. 

En este sentido, todo pecado cometido será castigado por Dios. Recibir el perdón de Dios (una gracia) no anula el juicio ni la pena. Para comprender mejor este concepto, es necesario comprender cómo se revela la gracia de Dios en Jesucristo.

La gracia de Dios revelada en Jesucristo

Misericordiosamente, aunque todos los descendientes de Adán y Eva fueron condenados a ser pecadores, Dios nos envió a Jesucristo como su mayor forma de gracia.

Así es como podemos comprender con exactitud cuál es la mayor gracia de Dios. Los pecados de todos fueron puestos sobre los hombros de Jesucristo, para que todos los seres humanos pudieran ser purificados.

En este sentido, la mayor expresión de la gracia de Dios fue enviar a su Hijo Unigénito para purificar los pecados de toda la humanidad. Esta fue la gracia concedida por Dios que nadie merecía recibir.

Además, Jesucristo dejó, a través de la Biblia, una recopilación de textos sagrados para que todas las personas aprendieran a vivir conforme a la conducta que Dios espera. En este sentido, otra gracia concedida por Dios es, sin duda, la salvación, pero basada en el mérito y la justicia divina.

En este sentido, es posible recibir las diferentes gracias de Dios mediante una conducta verdaderamente cristiana. Dios puede conceder misericordia, perdón e incluso milagros, siempre que las personas sigan los preceptos bíblicos.

Los diferentes tipos de Gracias concedidas por Dios

La gracia de Dios en la Biblia, más enfáticamente en el Nuevo Testamento, puede ser concedida por Dios de muchas maneras: perdonando un comportamiento errático, ofreciendo misericordia en tiempos difíciles o concediendo una petición que usted hace a través de la oración.

No existe una palabra o término exacto para explicar la Gracia de Dios.

Debemos comprender las bendiciones que Él nos concede sin nuestro mérito para comprender la inmensidad de la Gracia de Dios. Este es su verdadero significado.

Hay castigo por los pecados, sí, pero también existe el perdón de Dios. Hay momentos difíciles, pero su misericordia nos brinda alivio y una solución. Somos pecadores, pero la Biblia existe para guiar toda nuestra conducta en la vida, de manera cristiana. Por lo tanto, la justicia divina y la gracia de Dios actúan al unísono. 

Mientras se aplica la justicia divina, hay gracias divinas como formas de liberación.