Muchos cristianos pueden tener preguntas sobre la importancia del diezmo, basándose en las enseñanzas de Jesucristo. Cabe señalar que el Nuevo Testamento, al menos, no lo especifica. Sin embargo, su importancia puede comprenderse en otras partes de la Biblia.
Un verdadero cristiano debe ser generoso con sus diezmos a su iglesia. Como se enseña en Hechos 4:32-35, la generosidad es una forma de demostrar gratitud y profunda confianza en Dios, ya que los primeros seguidores de Jesucristo ofrecieron mucho más que diezmos.
Un diezmo generoso y correcto para su iglesia debe corresponder a R$101.000 de sus ingresos mensuales totales. Esto significa que si gana R$1.000 al mes, debería donar al menos R$1.000 al mes a su iglesia.
El diezmo tiene como finalidad mantener la institución religiosa en pleno funcionamiento, así como garantizar una vida pacífica para los líderes religiosos y financiar los servicios caritativos de la iglesia.

¿Qué se discute acerca del diezmo en el Nuevo Testamento, en las enseñanzas de Jesucristo?
El Antiguo Testamento ofrece una guía clara sobre la importancia del diezmo para Israel. El Nuevo Testamento contiene algunos pasajes sobre el diezmo, pero no hay reglas impuestas sobre esta ofrenda.
En los libros de Mateo y Lucas, por ejemplo, Jesús demostró lo perjudicial que es creer ciegamente en creencias y rituales religiosos sin un verdadero acercamiento a Dios. En otras palabras, si no eres un cristiano generoso en la iglesia, los rituales y creencias religiosas no valen nada.
Moisés
Según Moisés, los sacerdotes necesitaban recibir los diezmos.
Sin embargo, antes de que existiera esta determinación, ya existía la ofrenda del diezmo, como se ve en Hebreos 7:4-6: se habla de un sacerdote llamado Melquisedec, seguidor de Jesucristo, que recibió los diezmos de Abraham. Esta ofrenda se hizo generosamente, sin que Abraham esperara nada a cambio.
Así es exactamente como Jesucristo espera que los cristianos ofrezcan sus diezmos a la iglesia.
Sin embargo, el Nuevo Testamento no proporciona información sobre si el diezmo es válido para los cristianos. Sin embargo, sí enfatiza la importancia de hacer ofrendas generosas.
En 2 Corintios 9:6-7 se enfatiza que la voluntad de contribuir verdaderamente a su iglesia es más importante que donar una gran cantidad de dinero sólo para obtener privilegios.
Responsabilidad
En este sentido, mantener una iglesia activa es responsabilidad de todos los cristianos que asisten a ella. No ser generoso con la iglesia no es bien visto por Dios. Ayudar económicamente a la iglesia es una forma de recibir madurez espiritual a cambio.
Ofrecer el diezmo a tu institución religiosa también es una forma de mostrar gratitud a Dios, un sentimiento muy importante para Él. Cuando ofreces parte de tus ingresos financieros a Dios (a través del diezmo), le estás demostrando que no tendrías los logros y oportunidades en la vida sin Él.
Es una manera de demostrar que amas a Dios por encima de todo, incluso más que al dinero y las posesiones materiales, según Mateo 6:24. Aunque el Nuevo Testamento no tiene reglas claras para el diezmo, se recomienda ofrecer una cantidad predeterminada a la iglesia mensualmente (Corintios 16:2).
Esta también es una manera de ayudarte a organizar tus finanzas personales y a ser responsable con los recursos financieros que Dios te proporciona. Mantener la estabilidad y el funcionamiento de tu iglesia y líderes religiosos es responsabilidad de todo cristiano practicante.
Sin embargo, es importante ofrecer siempre los diezmos con corazón abierto, con generosidad, sin esperar nada a cambio, siendo agradecidos con Dios por tener la oportunidad de ayudar a mantener la iglesia, además de apoyar la caridad y el amor al prójimo.
El carácter ante todo
Cabe señalar que ofrecer diezmos mensuales a la iglesia no garantiza la salvación. La razón por la que Dios negó la ofrenda de Caín como forma de purificarse de sus pecados y adorarlo fue precisamente por su actitud y carácter deshonrosos. Por lo tanto, simplemente ofrecer diezmos no es suficiente.
Esto marcó la diferencia entre el rechazo de Dios a la ofrenda de Caín, que ofreció con malas intenciones, y su aceptación de la ofrenda de Abel, que fue completamente generosa, humilde y sin pretensiones, sin avaricia alguna. Tu opinión sobre el diezmo marca la diferencia en la verdadera conducta cristiana.
Con gran fe y positividad, escribe para Pray and Faith, llevando mensajes y enseñanzas Divinas a todos.