Vivimos en tiempos acelerados. Los celulares vibran constantemente. Las redes sociales exigen atención. Las noticias llegan antes de que podamos siquiera respirar. Siempre estamos corriendo, pero sin saber exactamente adónde vamos.
Y a este ritmo, La fe parece haber quedado atrás.
¿Cuántas veces has intentado orar, pero te distrajiste con una notificación?
¿Cuántas veces has abierto la Biblia y tu mente ha estado en otra parte?
¿Cuántas veces te has sentido lejos de Dios, aunque querías estar cerca?
La pregunta es legítima: ¿Es posible sentir a Dios en una generación tan distraída?
Y la respuesta, por sencilla que parezca, es: Sí. Es posible. Pero requiere elección.
¿Hablemos de ello?

Dios no se esconde, somos nosotros los que estamos perdidos
Dios sigue siendo el mismo.
Su presencia no ha disminuido.
Su amor no ha cambiado.
Pero nuestra atención se ha desplazado.
Hoy en día, la mente está siempre en movimiento, saltando de pantalla en pantalla, de audio en audio. Y con eso, El espacio para el silencio, la escucha y la presencia se hacía cada vez más pequeño.
No es que Dios esté lejos. Es que Nuestros corazones están demasiado llenos para notarlo.
“Estad quietos, y sabed que yo soy Dios.” (Salmo 46:10)
Este verso no es solo poético. Es una invitación. Un llamado al silencio interior y Recuerda que Él está allí, incluso cuando todo parece ruido.
1# Dios todavía habla, pero es en silencio que se revela.
En el Antiguo Testamento, el profeta Elías esperaba escuchar de Dios en medio de un fuerte viento, un terremoto y fuego. Pero Dios vino en un suave susurro.
Tras el fuego se oyó un suave susurro. Al oírlo Elías, se cubrió el rostro con su manto… (1 Reyes 19:12-13)
Dios no compite con el ruido del mundo. Él espera que tú... Detente un momento y observa.
El problema es que hoy en día, El silencio es aterrador. Parece vacío. Pero es precisamente en el silencio que Dios llena.
2# La distracción es el mayor ladrón de la conexión espiritual.
No es pecado tener redes sociales. No está mal ver videos ni darle "me gusta" a los memes. El problema es... cuando esto se convierte en anestesia.
Nos distraemos para no pensar.
Distráete para no sentirlo.
Distráete para escapar de aquello que te molesta.
Pero al hacerlo, también huye del encuentro con Dios.
Porque Dios no invade. Él espera.
Y si quieres sentir verdaderamente a Dios, Necesitamos hacerle espacio. Aunque sean cinco minutos. Aunque sea con la mente aún acelerada. Aunque solo sea para decir: «Señor, estoy aquí. Ayúdame a percibirte».
3# Dios no exige perfección, exige presencia.
Mucha gente cree que solo puede buscar a Dios cuando está "bien". Cuando está en paz, tiene tiempo y está libre de distracciones.
Pero Dios No quiere una versión perfecta de ti. Quiere tu presencia real.
Si estás cansado, ve de todos modos.
Si estás ansioso, habla con Él sobre ello.
Si estás lleno de culpa, Él es el único que puede sanar.
No necesitas "ordenar tu casa" para recibir a Dios. Es su presencia la que... Pon cada cosa en su lugar.
4# Los pequeños momentos pueden convertirse en encuentros profundos
No tienes que pasar horas ayunando para sentir a Dios (aunque eso tiene valor). A veces, Un minuto de presencia sincera lo cambia todo.
- Una oración rápida antes de ir a trabajar.
- Un versículo leído con atención durante tu descanso del celular
- Una canción de adoración en tus auriculares mientras caminas por la calle.
- Una respiración profunda y una frase: “Jesús, estoy aquí”
La generación puede estar distraída. Pero La presencia de Dios sigue disponible para aquellos que deciden detenerse y observarla.
5# El Espíritu Santo no se desconecta
Puedes apagar tu wifi, tu celular, la aplicación. Pero El Espíritu de Dios siempre está conectado contigo.
Incluso cuando no lo sientes. Incluso cuando parece lejano. Incluso cuando estás en medio del caos.
La conexión espiritual no depende de tu constancia, sino de Su fidelidad.
“Y yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:20)
Esto significa que incluso en tus peores días, Todavía puedes regresar, reconectarte y empezar de nuevo.
¿Cómo practicar la presencia en un mundo distraído?
1# Crea momentos de pausa
No tiene que ser largo. Empieza con 3 minutos de silencio. Sin música. Sin celulares. Solo tú y Dios.
2# Reduce las distracciones poco a poco
Silencia las notificaciones. Reduce tu tiempo en redes sociales. Cambia el desplazamiento por un versículo. El cambio empieza con los detalles.
3# Invita a Dios a tu día a día
Ora mientras lavas los platos. Habla con Él en el tráfico. Dios no solo está en la adoración, sino en la vida cotidiana.
4# Escribe tu oración
Si tu mente divaga, escribe. Una línea al día. Esto te ayuda a concentrarte y convierte la oración en un hábito.
5# Perdónate cuando te distraigas
A veces tu mente se distraerá. No pasa nada. Regresa. Dios no te abandona por eso. Te espera con paciencia y amor.
Dios todavía se deja sentir
Incluso en una generación que corre, que se pierde, que vive con prisas, Dios todavía toca, todavía transforma, todavía se revela.
Él no ha cambiado. Pero quizá necesites cambiar un poco tu ritmo, tu enfoque, tu intención.
Porque, en el fondo, no se trata de tiempo. Se trata de Atención. Sobre querer estar con Él, incluso en medio del caos.
La generación puede estar distraída. Pero Dios es constante.
Y Él todavía está aquí, ahora, esperando un lugar en tu corazón.
Ver también: Oración de las 3 AM para obtener la gracia
25 de marzo de 2025
Con gran fe y positividad, escribe para Pray and Faith, llevando mensajes y enseñanzas Divinas a todos.