Para comprender la omnisciencia de Dios en tu vida, debes recurrir a la Biblia, la fuente más rica de información veraz sobre Dios. Según Proverbios 15:3 y Hebreos 4:13, Dios lo observa todo y puede hacer lo que quiera en cualquier lugar.

La Biblia enseña que Dios es una persona y habita en un lugar específico. Según Juan 4:24, su apariencia es como la de un espíritu. Dios no es visible a los ojos humanos.

Las visiones de Dios en la Biblia muestran que Él habita en un lugar específico. Por lo tanto, puede ver y actuar en todo el mundo, pero permanece en un solo lugar.

La morada de Dios está en el mundo espiritual, no en la tierra ni en el universo, como se describe en 1 Reyes 8:30. Dios reside en el cielo. Job 1:6 describe un momento en que los ángeles estuvieron ante Dios en su morada fija.

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Si Dios vive en un lugar fijo, ¿cómo cuidará de usted individualmente?

Aunque Dios tiene una residencia fija en el cielo y reside en un solo lugar, como espíritu invisible a los ojos humanos, Dios aún puede oír y ver a todos los seres humanos, así como intervenir en situaciones de nuestra vida. Entiende las mejores maneras de llamar la atención de Dios:

  • Al decir una oración: De acuerdo a Según el pasaje de 2 Crónicas 18:31, Dios te prestará inmediatamente más atención durante la oración. Aunque Él sabe todo lo que sucede en tu vida, a veces necesitas captar su atención con humildad, resignación, obediencia y fe para obtener sus bendiciones.
  • Cuando necesitas consuelo: Según el Salmo 34:18, Dios se da cuenta cuando las cosas se ponen demasiado difíciles para ti, dejándote deprimido e impotente para cambiar nada. Dios te ofrece alivio para que puedas levantarte de nuevo.
  • Cuando necesitas orientación: Según el Salmo 32:8, Dios da instrucciones cuando las necesitas. El consejo puede venir de cualquier parte, incluso si no lo buscas.

Las verdades sobre la omnipresencia y omnisciencia de Dios

Dios es omnisciente. Esto es un hecho indiscutible. Esto significa que puede oír, saber, ver e intervenir en todos los lugares, situaciones y personas. Sin embargo, Dios no es omnipresente. Esto significa que no está en todas partes.

Como ya se dijo, Dios es un espíritu invisible a los ojos humanos que habita en los cielos. Dios no mora en la Tierra ni en el universo. Aunque Dios creó el universo, su morada está en otro lugar. Por lo tanto, no es omnipresente ni está presente en todas partes. 

Otro mito es que Dios solo puede ser todopoderoso si es omnipresente, es decir, tiene la capacidad de estar en todas partes. Esto es erróneo.

Dios puede, a través de su fuerza (que es el Espíritu Santo), ver, oír, conocer e intervenir en situaciones, personas y acontecimientos, sin necesidad de estar físicamente en todas partes.

¿Cómo puedes mantener la atención de Dios en ti?

Hay algunas buenas prácticas cristianas que puedes hacer hábito en tu vida para tener una mejor comunión con Dios, manteniéndolo siempre cerca de ti, especialmente en los momentos difíciles.

1. Orar

Al conectarnos directamente con Dios a través de la oración, es más fácil establecer comunicación con Él. De esta manera, Dios puede proveer lo que necesites para tus peticiones, arrebatos o incluso acciones de gracias.

2. Asistir a la iglesia

Cuando dos o más personas se reúnen en el nombre de Dios, Él está presente en ese lugar. Esta es una manera de mantener viva, fuerte, poderosa e inquebrantable su conexión con Dios.

Y eso no es todo. Todos los demás miembros de la iglesia también se beneficiarán. Esto se debe a que Dios nos considera a todos parte de una familia universal, con Él como nuestro Padre.  

3. Al realizar actividades que son bien consideradas, Dios puede  

Al orar, asistir a la iglesia, hacer el bien a los demás o realizar otras actividades que Dios considera buenas y que están guiadas por la Biblia, existe una mayor conexión entre usted y Dios.

Por lo tanto, invierta en actividades que Dios ha instruido a todos los seres humanos a realizar. Esto incluye perdonar, pedir perdón, amar a los demás como a uno mismo, amarse a sí mismo, arrepentirse cuando se comete un pecado, entre otras prácticas cristianas saludables.