Fortalece tu fe.
Descubrir quién es Dios Cambia por completo tu forma de ver la vida y también cómo te ves a ti mismo. Cuando este descubrimiento ocurre de verdad, no solo aporta información; trae transformación. No se trata de saber con la mente, sino de percibir con el corazón. Se trata de sentir la presencia, escuchar profundamente y, a partir de ahí, empezar a verte de otra manera.
Porque, en el fondo, pasamos gran parte de nuestra vida intentando encontrarnos a nosotros mismos. Intentando entender por qué estamos aquí, cuál es nuestro propósito, qué es lo que realmente vale la pena. Pero todo eso cambia cuando encontramos la verdad de quién es Dios. Su amor revela verdades que nunca habíamos escuchado sobre nosotros mismos, y eso lo transforma todo en nuestro interior.
Quién es Dios no encaja en etiquetas
Dios no es una idea. No es una doctrina. No es un concepto inventado para calmar el caos. Es real. Presente. Vivo. Y cuando nos damos cuenta de esto, todo a nuestro alrededor comienza a reorganizarse. La mente se calma. El corazón escucha con más claridad. Y el alma deja de dar vueltas.
Crecemos escuchando definiciones de Dios: «Padre», «Creador», «Justo». Pero es diferente cuando estas palabras se convierten en experiencia. Cuando, en un momento de dolor o silencio, sientes que Él está ahí, no porque lo merecieras, sino porque nunca te abandonó.
Cuando descubres quién es Dios, descubres quién no eres tú.
Te das cuenta de que ya no tienes que cargar con todo. No tienes que ser perfecto ni tener la capacidad de manejarlo todo todo el tiempo. La imagen que te has construido de ti mismo, basada en el miedo, la presión o las comparaciones, empieza a desmoronarse.
Su voz te muestra que no eres el error que cometiste ni la etiqueta que te pusieron. Descubre quién es Dios Restaura tu identidad original. La que no depende del estatus, los gustos ni la aprobación. La que dice: eres un niño. Eres amado. Fuiste creado con un propósito.
La intimidad con Dios sana las visiones distorsionadas de uno mismo
Muchas personas viven con una falsa idea de sí mismas, pues crecieron escuchando palabras duras, cargando con rechazo o traumas sin resolver. Pero cuando empiezas a conectarte verdaderamente con Dios, Él deshará estas mentiras una a una.
Creíste débil, pero Él te muestra la fuerza que puso en ti. Creíste olvidado, pero Él te llama por tu nombre. Creíste que fue un accidente, pero Él te recuerda que soñó contigo incluso antes de que nacieras.
Y esta curación ocurre en silencio, día a día, en pequeñas conversaciones con Él.
No se trata de religión. Se trata de relaciones.
La verdadera transformación no ocurre porque empieces a seguir reglas ni a memorizar versículos. Ocurre cuando te haces un espacio para hablar con Dios como hablarías con un amigo.
Es allí, en la intimidad, donde empiezas a descubrir quién es DiosY cuanto más lo conoces, más comprendes que Él no está lejos, sino dentro de ti. No espera la perfección, sino la sinceridad.
Esta relación es lo que cambia tu perspectiva. Dejas de definirte por tus fracasos o estándares impuestos. Y empiezas a verte a través de Él.
Cuando sabes quién es Él no aceptas nada.
Para saber quién es Dios Te da claridad. Te da un filtro. Dejas de aceptar cualquier relación, cualquier amistad, cualquier entorno. Porque ahora conoces tu valor. Y sabes que hay un propósito mayor en todo lo que experimentas.
Dejas de mendigar atención donde no hay amor. Dejas de intentar encajar donde ya no tienes sentido. Dejas de vender tu paz por migajas de aprobación. Porque entiendes que tu identidad no proviene de lo que dicen, sino de quién te creó.
Y cuando esta certeza entra en tu corazón, te protege. Te sostiene. Te guía.
Él te conoce más de lo que tú te conoces a ti mismo.
¿Cuántas veces te has sentido perdido, inseguro de lo que querías o de quién eras? Todos hemos pasado por eso. Pero hay un lugar donde las dudas se aquietan: en la presencia de Dios.
Él te conoce completamente. Sabe qué te asusta. Sabe qué te impulsa a seguir adelante. Sabe dónde sangras. Y es precisamente en esos lugares donde te toca cuando te permites conocerlo más.
Al descubrir quién es DiosTe das cuenta de que nunca has estado solo, ni siquiera en los días más oscuros. Que incluso con tus defectos, hay gracia. Que incluso sin saber cuál es el siguiente paso, hay dirección.
El reencuentro con tu esencia comienza con Él
Puedes tomar todos los cursos, leer todos los libros de autoconocimiento, practicar todas las técnicas, pero si tus raíces no están conectadas con Aquel que te creó, siempre faltará algo.
Reconectar con tu esencia ocurre cuando te entregas. Cuando dejas de intentar serlo todo a la vez. Cuando admites que necesitas algo más grande. Y en ese momento, Dios se revela.
Demuestra que no tienes que construir tu identidad. Ya está ahí. Simplemente ha sido silenciada por tantas voces, tantas presiones, tantos miedos.
Descubrir quién es Dios no solo cambia tu fe. Lo cambia todo.
Cambia tu forma de hablar. Tu forma de amar. Tu forma de esperar. Tu forma de trabajar. Tu forma de soñar. Porque cuando comprendes el amor que te sostiene, dejas de perseguir el amor que duele.
Empiezas a moverte con más ligereza. A aceptar tus procesos. A ser paciente con tus pasos. Porque ahora sabes que te guía alguien que no se equivoca.
Y esta consciencia incluso cambia tus relaciones. Ya no necesitas demostrar tu valía. Porque ya sabes quién eres y, aún más, a quién perteneces.
Ver también: ¿Qué dice Dios acerca de los matrimonios infelices?
16 de mayo de 2025
Con gran fe y positividad, escribe para Pray and Faith, llevando mensajes y enseñanzas Divinas a todos.