El matrimonio es una institución sagrada creada por Dios desde el principio de la Creación. Cuando Dios creó a Adán, se dio cuenta de que no era bueno que el hombre viviera solo.
Más tarde, Dios creó a Eva para ser la compañera de Adán, con un único objetivo: que la pareja tuviera hijos para poblar la Tierra.
Hoy en día esto no es diferente. El matrimonio sigue siendo una institución sagrada. Sin embargo, Dios sabe que hay momentos difíciles en un matrimonio, por muy unidos que estén los cónyuges en su nombre.
En este sentido, hombres y mujeres deben tener la responsabilidad emocional de resolver sus conflictos de manera cristiana, siguiendo los consejos bíblicos para una buena conducta en el matrimonio.
Sin esto, existe un alto riesgo de que el matrimonio fracase. Esto se debe a que el matrimonio es una institución sagrada creada por Dios. Solo Él tiene las respuestas para mantener una relación cristiana saludable. Por lo tanto, siga las lecciones de Dios para mantener su matrimonio cristiano.

6 consejos para superar un matrimonio en crisis
Consulta una lista de 6 consejos para superar un matrimonio en crisis a través de las enseñanzas de Dios escritas en la Biblia.
1. Deja pasar el enojo antes de resolver un conflicto
Tan pronto como surge un conflicto en un matrimonio, surge la urgencia y la tentación de gritar, insultar, herir y ofender a la pareja. Sin embargo, Proverbios 12:16 enseña que solo los necios explotan de ira sin motivo alguno.
Así, es posible entender que las verdaderas parejas cristianas esperan a que pase el enojo antes de resolver un conflicto con una conversación asertiva, tranquila, coherente, directa, libre de acciones o verbalizaciones tóxicas, que solo sirven para empeorar la situación.
2. Perdonar y ser perdonado
Dios ofrece perdón a todos los seres humanos y nos instruye a perdonar y ser perdonados en un matrimonio cristiano. Permitir el odio en el matrimonio, como se afirma en Proverbios 10:12, solo resulta en discusiones y confusión. Sin embargo, el amor verdadero puede perdonar cualquier ofensa.
En este sentido, pide perdón y ofrécelo también. Puedes esperar el mismo comportamiento de tu cónyuge en un verdadero matrimonio cristiano.
3. Tener respeto
Los textos sagrados de los Salmos ofrecen muchos consejos para las relaciones. Una de estas directrices se encuentra en Proverbios 19:14, que nos instruye a hablar siempre con gracia.
Esto significa mostrar respeto a tu pareja al resolver un conflicto. Una vez que la pareja se haya calmado, es momento de hablar con respeto, sin insultos, críticas, acusaciones ni otras palabras tóxicas que incluso puedan herir a tu pareja.
Lo ideal es centrarse en solucionar el problema y practicar el perdón.
4. Piensa en el conflicto antes de hablar con tu cónyuge
Mateo 7:3 nos enseña a no solo fijarnos en los errores de los demás, ni juzgarlos ni criticarlos. Necesitamos hacer un autoanálisis después de un conflicto para comprender qué hicimos mal.
De esta manera, será más fácil pedir perdón por tus errores o faltas. Esta es una manera muy poderosa de preservar un matrimonio cristiano: reconocer lo que estás haciendo mal, arrepentirte, pedir perdón y corregir el error.
5. Para resolver un conflicto, elige tus palabras con cuidado.
Al resolver un conflicto, lo mejor es elegir palabras asertivas con tu cónyuge. Proverbios 29:20 enseña que quien se apresura al hablar es irresponsable.
Esto es absolutamente cierto, especialmente en el matrimonio. Con las palabras equivocadas, es posible cometer actos de abuso verbal difíciles de reparar o incluso perdonar posteriormente.
6. Sepa escuchar a su cónyuge
Proverbios 16:32 enseña que es necesario tener paciencia con los demás y también al resolver conflictos. Esto significa tener la paciencia para esperar el mejor momento para resolver el conflicto y también saber escuchar a tu cónyuge.
El respeto mutuo es crucial en un matrimonio. Esto significa que también puedes esperar que tu cónyuge te respete y escuche todo lo que tengas que decir.
En este sentido, lo ideal es hablar y escuchar, para que la pareja pueda llegar a una solución conjunta, no una solución egoísta, orgullosa o que sólo beneficie a uno de los involucrados.
Con gran fe y positividad, escribe para Pray and Faith, llevando mensajes y enseñanzas Divinas a todos.