Es un hecho cada vez más común y lamentable, pero incluso los matrimonios cristianos terminan en divorcio. Es una realidad muy triste, porque el matrimonio es una institución sagrada creada por Dios para traer felicidad al esposo, la esposa y los hijos.
Tanto es así que Dios creó primero a Adán. Luego, al darse cuenta de que no era bueno dejarlo solo, creó a Eva para que fuera su compañera y les dio una sola instrucción: que la pareja tuviera hijos para poblar la Tierra.
Sin embargo, muchas parejas tratan su matrimonio superficialmente, intentando evitar conflictos mediante el divorcio en lugar de resolverlos. Esta no es la manera más adecuada de tener una relación verdaderamente cristiana.

Cómo salvar su matrimonio según la Biblia
Así que, siga algunos consejos para salvar su matrimonio según la Biblia:
1. Busque ayuda en la Biblia y en sus líderes espirituales.
En el matrimonio, un hombre y una mujer se convierten en "una sola carne", según la Biblia. Sin embargo, muchos matrimonios cristianos terminan en divorcio. Para evitar que esto le suceda a su matrimonio, necesita comprender los preceptos cristianos sobre lo que Dios espera del matrimonio y la conducta de un hombre y una mujer en la relación.
Para lograrlo, hay dos maneras de proceder: primero, estudiar la Biblia. No hay manera de entender cómo mantener un matrimonio cristiano sano sin conocer las enseñanzas de Dios.
Usted y su cónyuge pueden incluso convertir esto en una tarea conjunta y diaria. Esto puede acercarlos más y ayudarles a salvar su matrimonio.
Además, busque la guía de sus líderes religiosos para superar una crisis matrimonial. Ellos son la máxima autoridad para aconsejarle según los principios cristianos.
2. Seguir los preceptos cristianos en el matrimonio
Algunos cristianos, incluso practicantes, solo creen en la palabra del Señor, diezman y asisten a la iglesia, pero no se comportan como verdaderos cristianos. Por eso es tan importante estudiar la Biblia y practicar una conducta edificante en el matrimonio.
Los hombres y mujeres cristianos deben, por ejemplo, mantener la castidad hasta el matrimonio. Otra buena conducta dentro del matrimonio es la fidelidad, ya que el adulterio es un pecado que infringe uno de los Diez Mandamientos.
Las esposas y los esposos también deben amar a su prójimo como a sí mismos. Esto incluye amar plenamente a su cónyuge. Para comprender mejor la conducta que se espera en el matrimonio, estudien la Biblia a fondo y busquen la guía de sus líderes religiosos para comprender cómo afrontar la crisis en su matrimonio.
3. No pienses inmediatamente en la separación o el divorcio.
Es cierto que Dios dispuso el divorcio en la Biblia, dentro de los preceptos del cristianismo. Sin embargo, esta ley no contempla muchas excepciones que permitan la separación o el divorcio inmediatos, como es el caso del adulterio en Mateo 19:9.
Sin embargo, más allá de esta realidad, no se recomienda considerar de inmediato el divorcio o la separación en lugar de superar la crisis matrimonial. La pareja debe hacer un esfuerzo mutuo y continuo para retomar una relación cristiana sana.
Según Génesis 2:24 y Mateo 19:4-6, la voluntad de Dios para una pareja cristiana es que el esposo y la esposa se aferren el uno al otro. Esto implica hacer un esfuerzo cristiano para asegurar que el matrimonio no termine en divorcio ni separación.
4. Mantener el interés en su cónyuge (y viceversa)
No hay forma de salvar un matrimonio si sólo uno de los cónyuges está interesado en esforzarse y seguir ciertos preceptos cristianos para superar la crisis en la relación.
Es importante animar al cónyuge desanimado a estudiar la Biblia, seguir los preceptos cristianos, tomar en serio el consejo de los líderes espirituales y hacer su parte para resolver una crisis matrimonial.
Un consejo valioso es que la pareja comparta un interés mutuo. Esto significa realizar más actividades cristianas juntos, como ir a la iglesia o estudiar la Biblia, hablar de todo, resolver conflictos con asertividad, mantener el respeto mutuo y mucho más.
Por eso es tan recomendable el estudio bíblico. Es a través de los textos sagrados que usted y su cónyuge pueden aprender a comportarse cristianamente en su matrimonio.
5. Habla con tu cónyuge sobre el problema.
En lugar de obsesionarse con el dolor, la culpa, el pesimismo y otros sentimientos perjudiciales para la salud de su matrimonio, es mejor hablar con su cónyuge sobre los conflictos, tanto grandes como pequeños. Esto crea armonía en el hogar, ya que la solución la propondrán ambos, en lugar de que solo uno la resuelva superficialmente.
Es crucial hablar para resolver conflictos. Algunas parejas solo hablan de temas superficiales o no hablan en absoluto. Esta es la clave para un matrimonio fracasado e infeliz.
Con gran fe y positividad, escribe para Pray and Faith, llevando mensajes y enseñanzas Divinas a todos.