Como verdadero cristiano, necesitas buscar una conexión y una relación saludables con Dios. Como dice el Salmo 73:28, la verdadera felicidad es estar cerca de Dios.
Según las instrucciones bíblicas, es posible mejorar tu relación con Dios con pequeñas prácticas diarias. Hoy en día, tu rutina puede ser muy ajetreada, llena de obligaciones, responsabilidades y compromisos.
¿Cómo puedo mejorar mi relación con Dios?

Sin embargo, no debes dejar que esto interfiera en tu relación con Dios, ya que cultivar una vida espiritual sana sólo trae bendiciones a las demás áreas de tu vida.
Echa un vistazo a 6 consejos para mejorar tu relación con Dios.
1. Estudiar la Biblia
Nadie puede intimar con una persona desconocida. En el caso de Dios, la mejor manera de conocerlo es a través de la Biblia. El mayor propósito de la Biblia es transformar totalmente tu vida.
Aprendiendo la Biblia, llegarás a conocer profundamente al Señor. Tendrás intimidad con Él, sabrás qué esperar de Dios, incluso en tiempos de sufrimiento.
Además, aprenderás cómo espera Dios que te comportes en la vida.
2. Rezar a menudo
Orar no es sólo sinónimo de hacer peticiones a Dios. La oración es una forma de comunicación íntima con Él. Es una forma de pedir ayuda, pero mucho más que eso.
La gratitud, por ejemplo, es un sentimiento muy agradable a Dios y puede expresarse en la oración. Rezar por el prójimo también es muy loable.
No hay pecado en hacer peticiones o desahogarse, pero hay muchas maneras de rezar. La mejor manera de rezar es hablar con Dios, como con un amigo íntimo.
3. Sé obediente
La obediencia es un comportamiento muy importante para Dios. Tanto es así que en Juan 6:38, Jesucristo explicó que había sido enviado a la tierra para obedecer plenamente al Señor. De este modo, Jesucristo garantizó su propia salvación.
La obediencia sólo puede lograrse mediante una gran disciplina y dedicación. Cuando Dios te pide que seas obediente, significa que vivas según los preceptos cristianos.
El rey Saúl desobedeció a Dios en 1 Samuel 15:22 y recibió una advertencia. Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso. Hay castigos que ocurren cuando no obedeces las enseñanzas de Dios.
Un adúltero, por ejemplo, puede tener graves consecuencias en su vida, como la pérdida de una relación sagrada (que es el matrimonio). Un adicto al tabaco, por otro lado, puede ver comprometida su salud. Estos son sólo algunos ejemplos.
4. Vivir en comunidad
No se puede ser cristiano solo, encerrado en casa y sin contacto con nadie. Esto se debe a que Dios nos ha enseñado que todos somos sus hijos, parte de una gran familia universal.
Además, Dios nos ha ordenado amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. No se puede seguir esto sin socializar, ya sea con la familia, los amigos, los miembros de la iglesia, los compañeros de trabajo u otras personas.
En el mismo sentido, necesitamos valorar y respetar a las demás personas, así como prestar la ayuda necesaria en casos de necesidad, ya que estamos unidos en una gran familia de un Padre Eterno.
5. Sé agradecido
Como ya se ha dicho, uno de los sentimientos más loables hacia Dios es la gratitud. Esto queda claro en el Salmo 107:1, que debes dar gracias al Señor porque Él es bueno.
Y esto no sólo se aplica a los grandes logros materiales, como un coche nuevo o un viaje. También se aplica a las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como comidas siempre disponibles, buenos momentos con la familia o un día tranquilo.
Lo ideal es dar gracias al Señor por cada oportunidad, logro o necesidad. No basta con rezar cuando hay que hacer peticiones.
6. Disfrutar de la vida familiar
Hay personas que tienen una familia pero pasan poco tiempo en casa o socializando con otros miembros de la familia. Esto no es agradable a los ojos de Dios, ya que la familia es una institución sagrada creada por Él desde la Creación, con Adán y Eva.
Y da igual cuál sea la composición de tu familia. En la Biblia hay incluso relatos de familias con viudas e hijos o con suegra y nuera, por ejemplo.
Así que disfruta de los momentos con tu familia. Además, honra a tu padre y a tu madre. Este es un mandamiento muy importante para Dios. En el matrimonio, sé fiel, sé compañero y sé un buen ejemplo para tus hijos, según los preceptos cristianos.
Con mucha fe y positividad, escribe para Pray and Faith, llevando mensajes y enseñanzas divinas a todo el mundo.