EL Relación cristianaLas citas, especialmente las de pareja, deberían ser una etapa breve de la relación entre dos personas que desean casarse. Sin embargo, los cristianos tienen muchas preguntas sobre cómo tener una relación cristiana sana.

Con frecuencia, el amor florece durante el noviazgo. Este sentimiento es primordial en la pareja, pero siempre priorizando el amor a Dios. Este es el camino hacia una relación cristiana sana.

Es momento de conocer a tu pareja, amarla y buscar el matrimonio. Necesitas amar a tu prójimo como a ti mismo. En otras palabras, necesitas un profundo autoconocimiento y madurez para amarte, más allá de tus defectos.

Luego, debes comprometerte a amar a la otra persona, exactamente como es, con el objetivo de establecer un matrimonio que dure para siempre.

Imagen: Pixabay – Reproducción

La relación en la Biblia

Comprender cómo debería ser una relación cristiana sana según las enseñanzas bíblicas no es tarea fácil. Esto se debe a que la Biblia fue escrita en el antiguo Medio Oriente.

En este sentido, las citas no formaban parte de la cultura durante la época en que se escribió la Biblia. Sin embargo, los matrimonios sí se mencionan en los textos sagrados. A diferencia de nuestra cultura occidental, los matrimonios eran concertados por los padres de los novios.

Luego, se celebró una ceremonia para la promesa de matrimonio. Tras un tiempo, se celebró la boda.

Sin embargo, es muy erróneo (y común) usar pasajes bíblicos que hablan del matrimonio para aplicarlos al contexto de las citas. Sin embargo, hay tres principios que pueden aplicarse al contexto actual de las citas cristianas, siguiendo los principios bíblicos.

1. La importancia de la pureza

Mantener la castidad y la pureza sexual es esencial para una relación cristiana sana. Esto se enseña claramente en la Biblia. El problema es que la cultura de nuestro país no es precisamente casta.

En una relación cristiana, no hay necesidad de sexo ni de ningún otro tipo de relaciones íntimas. Esto se enseña en 1 Tesalonicenses 4:3-8: el cuerpo debe conservarse en santidad y honor.

2. No idolatres a tu pareja

La idolatría es una característica de colocar al novio o novia como el factor central en la vida de uno, dejando a Dios de lado, ya sea en las oraciones, el aprendizaje bíblico, la participación en misas/servicios y otras prácticas apropiadas para un cristiano practicante.

Existe hoy en día una enorme obsesión entre las parejas por estar siempre en contacto, dejando de lado todas las demás áreas de la vida, incluida el área espiritual.

Proverbios 3:6 nos enseña a poner a Dios primero en todo en nuestra vida. Solo así tú y tu pareja serán guiados por el camino correcto y apropiado hacia un matrimonio saludable.

3. No retrases el matrimonio

Hoy en día, es común ver parejas que tardan años en casarse. Esto puede llevar a prácticas sexuales perjudiciales para una relación cristiana. Por lo tanto, el matrimonio debe ocurrir lo antes posible.

Esto queda muy claro en Corintios 7:9: es mejor casarse rápidamente que arriesgarse a vivir en control propio o incluso caer en la tentación. 

Comportamientos saludables para una verdadera relación cristiana

Ahora que has aprendido los tres principios más importantes para una relación cristiana sana, es hora de aprender algunos comportamientos que pueden mejorar tu relación según los principios cristianos. Descubre los mejores hábitos para cultivar una relación verdaderamente cristiana:

  • ¿Tiene planes para el futuro? El propósito de las citas no es más que una breve relación antes del matrimonio (que debería ser breve). Si la pareja no tiene intención de casarse, no deberían empezar a salir.
  • Respeto mutuo: Tu pareja fue creada a imagen de Dios, igual que tú. Nadie debe ser usado para satisfacer deseos egoístas, especialmente los sexuales. En una relación cristiana, el respeto mutuo es esencial.
  • Sea honesto:  Según la Biblia, uno debe ser honesto con todos, especialmente en una relación tan íntima como el noviazgo (y el matrimonio también).
  • No seas egoísta: La Biblia nos enseña a no ser egoístas para que un futuro matrimonio sea saludable.

No caigas en la inmoralidad: El matrimonio no debe ser un compromiso únicamente para satisfacer los deseos sexuales de la pareja. Esto es caer en la inmoralidad, un peligro expuesto por la Biblia. La pareja debe compartir buenos sentimientos mutuos.