A veces, sobre todo los primeros días de la semana, como el lunes o el martes, cuesta encontrar la energía para vivir la rutina diaria, ¿no?

Hay momentos que son aún más difíciles de vivir, como esos períodos de sufrimiento que parecen no terminar nunca.

Sin embargo, Jesucristo demostró que, a través de Dios, puede obrar milagros en tu vida. Para merecer un milagro, debes seguir los verdaderos preceptos cristianos.

Sin embargo, hay algunos períodos de sufrimiento que es necesario atravesar, simplemente para cosechar mejores frutos en tu vida más adelante.

Imagen: Pixabay – Reproducción

Comienza tu mañana conociendo los milagros de Dios

Es el caso de una enfermedad, que puede enseñarnos a tener más fe y paciencia, o de un conflicto familiar, que aumenta la unidad entre los miembros de la familia tras la reconciliación, entre otros pequeños milagros cotidianos.

Ten en cuenta que un milagro no es necesariamente grandioso. Podría ser un simple acto de ayuda de un desconocido, por ejemplo, para ayudarte en un momento de sufrimiento.

Sin embargo, la Biblia está llena de magníficos milagros realizados por Jesucristo a través de Dios. Esto significa que los milagros también pueden ocurrir en tu vida.

¿Tiene problemas para levantarse e irme a principios de la semana o tiene problemas para completar sus tareas diarias porque está atravesando un período de extrema dificultad?

Entonces, necesitas conocer los milagros de Dios, realizados por Jesucristo, que también pueden bendecirte de una u otra manera y demostrar que Dios puede librarte de cualquier situación adversa: necesitas tener fe, paciencia, resignación y obediencia.

¿Cuáles son los propósitos de los milagros realizados por Jesucristo?

Dios no permite nada sin un plan concreto. Por lo tanto, Jesucristo realizó cada uno de sus grandes milagros con un propósito.

Según Hechos 10:38, el propósito de los milagros de Jesucristo fue demostrar la misericordia de Dios y su plan integral para la humanidad. Según Juan 4:48, mediante los milagros de Jesucristo, Dios quiso despertar la fe en los corazones de la humanidad.

Los milagros más populares de Jesucristo incluyen la sanación física, pero eso no es todo. La misericordia de Dios es inmensa. Conoce los principales milagros que realizó Jesucristo, como parte del plan de Dios, para darte la valentía de levantarte por la mañana y vivir plenamente en comunión con Dios.

1.  Una pesca abundante

Dios nunca permite que te falte lo necesario para un crecimiento espiritual constante, entre otras áreas de tu vida. Esto se demuestra en el cuarto milagro realizado por Jesucristo.

Este milagro ocurrió cuando los apóstoles de Jesucristo intentaban pescar en el Mar de Galilea. Lo intentaron todo, pero nada funcionó. La pesca fue infructuosa.

Jesús decidió intervenir para demostrar el poder de Dios cuando los apóstoles ya estaban desanimados, cansados y frustrados. Le pidió a Pedro que alejara la barca de la orilla.

Sin embargo, surgió un conflicto. Los apóstoles estaban insatisfechos con sus resultados infructuosos y ya no querían continuar. Sin embargo, Jesús los animó a continuar, incluso después de una noche entera.

Fueron recompensados por su obediencia al Señor, así como por su paciencia, esfuerzo y dedicación. La pesca fue abundante, tanto que sus redes casi se rompieron con la pesca.

La lección de este milagro es no rendirse ante la vida ni ante las pequeñas metas diarias, y mantener una verdadera conducta cristiana. A su debido tiempo, Dios ofrece la recompensa.

2.  La cura milagrosa

En el sexto milagro, Jesús demostró que ninguna familia que vive unida en Dios necesita tener miedo o preocuparse por momentos de completo sufrimiento.

Pedro llegó a casa de Simón Pedro. La suegra del hombre estaba enferma. Jesús tomó la mano de la mujer y la sanó por completo. Así, es posible comprender que las familias que viven según los preceptos cristianos pueden atravesar momentos difíciles, pero Dios está a su lado.

3.  Calmar la tormenta

Este es uno de los milagros más famosos de Jesucristo, que puede mantener viva tu fe, incluso frente a la adversidad.

Jesús invitó a sus discípulos a cruzar el Mar de Galilea. A mitad de camino, el mar se agitó, el viento arreció y Jesucristo se quedó dormido.

Los apóstoles se enfrentaron con Jesucristo por dormir en medio de un posible naufragio. Jesús despertó contra su voluntad. Poco después, realizó el milagro de calmar el viento y las olas.

Esto solo demuestra que en cualquier situación adversa en tu vida, necesitas tener fe en Jesucristo y en Dios que las cosas mejorarán.